jueves, 6 de diciembre de 2012

LAS PRERROGATIVAS DE LOS POLÍTICOS


 Usando la terminología del materialismo histórico popularizada por el marxismo, podemos decir que, en Occidente,  bajo el yugo del Imperio Romano, se fue sustituyendo poco a poco el esclavismo por un feudalismo que, aunque algo más humano, consagraba jurídicamente la desigualdad entre los ciudadanos. Y este régimen feudal se mantuvo intacto en España durante varios siglos. Fueron las Cortes de Cádiz las que dieron el primer paso, en 1811, para abolir los injustos dictados de vasallo y vasallaje. Colaboraron positivamente en la supresión del feudalismo, la revolución industrial que llegó por fin a España y la revolución burguesa.

Los últimos vestigios del feudalismo desaparecieron, al menos aparentemente, con la configuración del Estado liberal durante el reinado de Isabel II. Y hoy día, el artículo 14 de nuestra Constitución quiere corroborar esa igualdad absoluta de todos los ciudadanos con estas palabras: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

Será verdad que todos somos iguales ante la ley, pero unos más iguales que otros porque la casta política ha terminado por situarse más allá del bien y del mal. Aunque entre nuestros políticos predomina ampliamente la mediocridad, han sabido instalarse en el privilegio y en el favoritismo más descarado. Funcionan como en un sistema feudal y, con la excepción del período de elecciones, tratan al resto de ciudadanos como si fueran auténticos plebeyos. Ya se han encargado ellos de redactar su propio régimen jurídico y laboral, que les reporta unas prerrogativas excesivas y unos beneficios extraordinarios, que no están al alcance de los demás mortales.

Muchos de esos privilegios, a los que se aferran de manera escandalosa,  quiebran inevitablemente el principio de igualdad consagrado por la Constitución. Hasta se pasan unos cuantos pueblos con la inviolabilidad, la inmunidad y el fuero especial reconocido por nuestra Carta Magna. Estas prerrogativas surgieron para proteger la necesaria independencia de los parlamentarios en tiempos de las monarquías absolutistas y no tenían la consideración de privilegios. Se trataba simplemente de garantizar el funcionamiento libre e independiente de las cámaras parlamentarias y hoy ese problema no existe. Aquí en España se va aún más lejos, y se extiende la inmunidad parlamentaria hasta para los delitos de corrupción.

A parte de estas tradicionales y hoy innecesarias prerrogativas, la casta política no ha hecho más  que procurarse egoístamente el mayor número posible de privilegios. Y como lleva más de 30 años acaparando gangas y beneficios, sus ventajas sobre los demás ciudadanos son escandalosamente insultantes y astronómicas. Para la casta política no hay crisis económica que valga, ya que están por encima de cualquier contingencia económica. Las privaciones, las  estrecheces no van con ellos. Eso queda para los currantes, para los ciudadanos de a pié.

La lista detallada de las diferencias de trato entre un político y un ciudadano corriente, sería interminable. Por eso vamos a repasar las más lacerantes y que más desmoralización producen entre las gentes normales. Cuando los diputados electos llegan al Congreso después de una elecciones, con el correspondiente acta que acredita su nombramiento, reciben un  móvil última generación, un Ipad último grito y la conexión, desde su domicilio, a una línea de ADSL Y todo ello sin coste alguno.

Mientras que los currantes están obligados a tributar por el total de sus ingresos, los políticos que se sientan en el Congreso y el Senado solamente lo hacen por los dos tercios de su salario y al insultante tipo del 4,5%. El otro tercio restante no está sujeto al IRPF porque se supone que es una especie de indemnización para cubrir los gastos que origina el cargo institucional.  Pasa lo mismo con los años de cotización que precisan unos y otros para alcanzar la pensión máxima. Mientras que los trabajadores necesitan cotizar durante  35 largos años para conseguir una jubilación de 32.000 euros anuales, a sus señorías les basta con  dos legislaturas en el cargo o siete años de cotización y los primeros espadas alcanzarán los 74.000 euros anuales de pensión. Hay además otros agravantes: las pensiones de los políticos son perfectamente compatibles con otros sueldos de la administración o con cualquier otra actividad económica.

Otra ventaja considerable de estos parlamentarios es el sueldo. El salario medio de un trabajador en España es de 22.511 euros, algo más de 1.800 euros mensuales. Los diputados,  por ejemplo, tienen un sueldo base  de 2.813,87 euros. Pero a esta cantidad hay que sumar toda una serie de ayudas y los más variados e inimaginables complementos, de modo que su salario aumenta considerablemente, acercándose en muchos casos a los 10.000 euros mensuales. Guarda relación, eso sí, según que participe en más  o en menos ponencias y comisiones, y que ejerza o no de portavoz de alguna de ellas. De todos modos, son muy pocos los diputados que se quedan por debajo de los 5.000 euros mensuales.

Uno de esos complementos, que incrementan el sueldo de los diputados, corresponde a los gastos de alojamiento y manutención. Todos los  diputados de circunscripciones distintas  a la de Madrid reciben 1.823,86 euros, para ayudarles a pagar los gastos de manutención y de hotel o alquiler de vivienda en la capital. Los parlamentarios electos por Madrid perciben exactamente por el mismo concepto 870,56 euros. Estas cantidades están, además,  exentas de tributación a la hacienda pública. Y aún hay más: cada vez que los parlamentarios viajan oficialmente al extranjero cobran una dieta de 150 euros diarios y 120 euros si es por España.

No es esto todo. A pesar de las elevadas dietas que cobran para gastos  de alojamiento y manutención, sus señorías pueden utilizar ventajosamente, si así les place, los servicios de restaurante que funcionan con toda normalidad en el Senado, en el Congreso de los Diputados y en la Asamblea de Madrid. Los políticos pueden utilizar estos servicios por un precio módico y ridículo, aproximadamente una tercera parte  de lo que pagan, por el menú más barato, aquellos trabajadores que tienen que mantenerse  por su cuenta. Los de la casta privilegiada, que utilicen esos servicios de restaurante,  pagarán 3,55 euros por una comida normal con dos platos, el postre, la bebida y el café. Los mismos escolares madrileños tienen que pagar 25 céntimos más, y eso que solamente se trata de utilizar el comedor y servirse del microondas para calentar la comida que llevan de su casa.

En el Congreso están a la orden del día las comisiones que llaman de trabajo, a las que están adscritos 29 presidentes, 55 vicepresidentes, 56 secretarios, 217 portavoces y 148 portavoces adjuntos y sustitutos. Y todos ellos, claro está, reciben gastos de representación, que oscilan, según el cargo, entre los 697,65 euros y 1.431,31 euros. En el caso del presidente del Congreso, esa cantidad se eleva hasta los 3.327,89 euros. También existe un complemento mensual por gastos de libre disposición que cobra el presidente del Congreso, el vicepresidente, los secretarios y los portavoces. El importe de esta ayuda va de los 600 euros a los 2.728 euros para el presidente.

Además de no pagar ningún medio de transporte, los parlamentarios foráneos que utilicen su propio vehículo  para ir a Madrid, cobran un kilometraje de 0,25 euros por kilómetro. Y a los que no disponen de coche oficial, se les facilita  una tarjeta personalizada, con un límite anual de 3.000 euros que utilizan profusamente para abonar el servicio de taxi en Madrid.  Cuentan además con un plan de pensiones con cargo a la Cámara legislativa, con lo que van a completar  su pensión el día que se jubilen.

Las ventajas de los parlamentarios no terminan aquí. Disfrutan en exclusiva de otros muchos beneficios que no tienen los demás mortales, por ejemplo la indemnización por cese en el cargo, sea este institucional o representativo. Así que, cuando dejen el cargo, percibirán una indemnización equivalente a una mensualidad de su asignación salarial por  cada año de mandato parlamentario en las Cortes Generales hasta un máximo de 24 mensualidades. Otro tanto ocurre con los ministros. Cuando estos cesan en su cargo, cobrarán una indemnización del 80% de su salario durante dos años, perfectamente compatible con la remuneración de cualquier otro cargo público. Disfrutan también de esta Ganga los ex secretarios de Estado. Ahí están para demostrarlo Diego López Garrido e Inmaculada Gómez Piñero.

Pero aún hay más cosas. Mientras no se trate de una votación, no se controla el absentismo de los parlamentarios. Y de hecho, estamos cansados de ver, con demasiada frecuencia, distintas tomas de la televisión mostrándonos cantidad de asientos vacíos. Este comportamiento es impensable en un trabajador normal, porque correría el riesgo de ser despedido inmediatamente.

Pasa otro tanto con los negocios. No son muchos los diputados que se dedican exclusivamente a su labor política. La mayoría de ellos procura engordar sus cuentas corrientes participando asiduamente en empresas privadas o en fundaciones y también, como no, colaborando con algún medio de comunicación.

Así las cosas, no es de extrañar que sean muchos los que quieren dedicarse a la política. Se da, además, la circunstancia de que para político vale cualquiera, ya que no hay que hacer oposiciones como para cualquier otro trabajo. Tienen un inconveniente, eso sí, y es que suelen manchárseles frecuentemente las manos. Es por esto por lo que el Premio Nobel de literatura irlandés, Bernard Shaw,  se guaseó de ellos con una frase que se ha hecho célebre: “Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo y por los mismos motivos”.

Gijón, 23 de noviembre de 2012

José Luis Valladares Fernández

13 comentarios:

  1. Se puede decir más alto pero no más claro: nos roban impunemente, con alevosía, con descaro, con premeditación... y encima no nos apuntan con una escopeta, sino que los escogemos libremente (es un decir).
    Hablan mucho del estado del bienenstar, pero es el bienestar del estado lo que a ellos les interesa.

    Un saludo.

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    1. Hola aspirante. ¡Cuanto tiempo que no se te ve por estos lares!.
      Indudablemente, lo que buscan los políticos es su propio bienestar del estado. Les traen sin cuidado el resto de los ciudadanos.

      Un abrazo

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  2. Político, es la única profesión donde vale cualquiera, con tal de que sea un buen ladron.

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  3. Pisar todo el rato moqueta e ir en coche oficial- ojo, que yo no digo que no deba existir alguno- tiene esas cosas y por eso deben renovarse con frecuencia los cuadros, la endogamia es mala para todo en general.

    Todo en la vida es cíclico, las democracias suceden- a veces- a las dictaduras, luego a su vez se abusa de prerrogativas y cuando se tuerce la cosa de los dineros y hay cabreo general sale un listillo vendeburras y vuelta al autoritarismo etc, con algunas características diferentes, así ha sido siempre en casi todas partes (es que acabo de releer la Historia de los Griegos de Indro Montanelli y era casi como leer el periódico de hoy...qué lástima)

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  4. He comentado varias veces que para que queremos 350 diputados si solo conocemos a catorce, además solo asisten todos a las votaciones importantes, que serán diez o doce al año.
    Aunque creo que hay otro grupo mucho mas numeroso de políticos ocupando altos cargos con enormes sueldos en las distintas autonomías, que también son prescindibles, las malas lenguas dicen que sobran 200.000 políticos.
    Un abrazo.

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  5. Hola, José Luís:
    Demasiados privilegios. ¿Podrá tirar de la manta Díez Ferrán? Cuando se llega a una situación tal, presuntamente, podremos pensar que algún político "privilegiado" les ha echado una mano a esos listillos. Pero no creo hayamos dado un salto cualitativa más allá de lo meramente recaudatorio, que a los políticos lo que les preocupa es lo suyo.
    Si fuesen decentes y la Constitución fuese un texto vigente (Rajoy dixit, Dios mío!), muchas cosas estarían arregladas. Pero lo malo no es la Constitución de chicle, lo malo es que, desde el poder, se burlan de ella. Presuntamente, claro.
    Un abrazo

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  6. Una vez mas tu post es un clamor contra la actuales desigualdades de nuestra nacion.Eso si la constitucion de papel sige vigente.un saludo,

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  7. Actúan con una falta de vergüenza total y se quedan tan anchos. El Gallardón mientras fue alcalde fue derrochador, ahora es "recaudador", ya no solo pone tasas a las demandas judiciales sino que también habrá que pagar tasa por inscribir nacimientos, defunciones y demás servicios. No se puede creer a lo que hemos llegado en este país. Hay que echarlos abajo, no se cómo, pero hay que hacerlo.

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  8. Escandaloso. Y así seguirá siendo mientras los resignados ciudadanos nos resignemos a todos estos abusos, ellos saben bien donde está el límite y procurarán no sobrepasarlo, la dosis suficiente de miseria y humillación que deberemos soportar sin rechistar, la justa para que no salgamos a la calle y les destrocemos el chiringuito. Cosa que no ocurrirá porque siempre picaremos en el cebo, ese caramelito en forma de esperanza que muchos confiados aún contemplan.

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  9. El sistema que tenemos se ideo en la transición para, en teoría, atraer a los mejores con el incentivo de las prerrogativas, eran gente que tenía sus trabajos y, en ocasiones, perdía incluso dinero dedicándose a la política.
    Por desgracia, eso se ha demostrado ineficaz, ya no son los mejores los que están al frente de la cosa pública, no hay más que ver dónde nos han metido.
    Espero que se acaben esos privilegios que tienen, entre otras cosas porque todos los ciudadanos hemos tenido que renunciar, por decreto (aunque fuera inducido por la realidad) a beneficios que habíamos ido conquistando a lo largo de muchos años y muchos sacrificios, y ellos deberían haber ido dando un ejemplo que no han dado. Pero además porque ya no nos hace falta incentivar a nadie, por desgracia, para los políticos que tenemos (en general), no hacen falta incentivos, sobran candidatos que nos saldrían más baratos. Hay que ajustar el salario a la valía de quien lo cobra y estos demuestran bastante poca valía.
    Como no lo logremos ahora con la que está cayendo, tendremos privilegios para muchas generaciones.

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  10. ¡Que me vas a contar, José Luis, que no sepa!
    Hace días yo publiqué en mi blog losprivilegios de ser político en este país, totalmente coincidente con lo que publicas, con la seriedad y el rigor que te caracteriza. Pero aún añadiría más:
    Nuestra "caspa" política está empeñada en desmantelar España (Sanidad, Educación, Justicia) pero no piensa en desmantelarse a sí misma, con el consiguiente favor a la población y el ahorro que supondría, con el timo de la estampita (papeleta electoral) que padecemos periódicamente, inmersos en unas listas electorales blindadas, en las que picamos legislatura tras legislatura, mientras vemos nuestro país en manos de la "caspa", de la Banca y de todo lo peor imaginable.
    Sería una buena solución (además barata) alquilar la Gran Muralla China para que nuestro Ejército Profesional hiciera prácticas de tiro con los "monigotes" carísimos que nos sobran en este país: la mejor Inversión en Ddesarrollo e Inovación, con 460.000 gorrones para más de medio millón de parados, por ahora.
    Un saludo, José Luis.

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  11. ¿Cómo atajamos esta sangría?

    Saludos

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  12. La casta política no ha reducido ninguna de sus prebendas y privilegios, mientras el ciudadano de a pie sufre contínuos recortes y medidas de ajuste.
    Los políticos -y sindicatos,no olvidemos también a esta caterva -, viven en una burbuja aislados del sufrimiento diario que padecen millones de familias en España;de sus penurias y estrecheces, del drama de los parados, de los comedores de Cáritas.
    El problema es que no hay sociedad civil ni cortafuegos a esta situación.
    El 15M sólo son golpistas antisistemas de extrema izquierda que no representan a nadie.

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