Entre
los años 1962 y 1969, el aislamiento internacional de España era casi total y
resultaba extremadamente angustioso y asfixiante. Se había vuelto a poner de
moda, dentro y fuera de nuestras
fronteras, este malicioso y despectivo apotegma: “África empieza en los Pirineos”. Esta frase, atribuida al escritor
francés Alejandro Dumas (padre), fue ampliamente utilizada durante el siglo XIX y, en una
buena parte del XX, por los europeos en general y, muy particularmente, por los franceses, que
se sentían muy superiores a los españoles y se reían descaradamente de nuestro
proverbial subdesarrollo.
Es en la
década de los sesenta del pasado siglo XX, cuando España comienza a despertar y
a desprenderse de sus viejos e inoperantes complejos. Abandona definitivamente
su economía autárquica y maltusiana y la sustituye por otra mucho más ortodoxa
y similar a la que se practicaba en los
demás países del mundo occidental. Al copiar el estilo de vida tradicional en
Europa y liberalizar nuestro comercio interior, se resquebrajó el muro de
nuestro aislamiento y empezamos a crecer económicamente de una manera sostenida
y desconocida hasta ese momento.
Para
completar el cuadro, llega Manuel Fraga Iribarne al Ministerio de Información y
Turismo y pone en marcha una nueva industria, el turismo, que mejora
notablemente los resultados económicos de aquella época. Y comienza a ofrecer a
los posibles turistas extranjeros nuestras playas y nuestro sol. Y además de un
clima inmejorable, que está justo al lado de su propio país y excelentemente
preparado para la práctica turística, les vende también un destino exótico y
diferente, lleno de atractivos por las costumbres primitivas y arcaicas que
mantienen los españoles. Subraya la inmensa seducción que tienen los hábitos
inconfundibles de los españoles, su idiosincrasia y su manera de ser y de
entender la vida.
Y lo
hace con este eslogan publicitario tan
sencillo y tan lleno de contenido y certero como éste: “Spain is different", que sirvió para despertar el interés de
los turistas extranjeros y, en consecuencia, para poner en marcha unos de
nuestros mejores negocios de aquella época. La frase “Spain is different" nos desnuda y deja al descubierto ciertas
singularidades propias nuestras, que no
encontramos en los demás europeos, y que han llevado a muchos turistas
extranjeros a querer conocernos.